viernes, 14 de octubre de 2016

No tienen vino


No tienen vino 
La realidad de la familia y el matrimonio de hoy

Casi estoy seguro, que la mayoría ha escuchado lo que nos narra el evangelio de San Juan. 2, 1-10. Es un texto clásico, no solo de este evangelio, sino de la Biblia; se trata del primer “milagro” (signo o señal en el lenguaje de Juan), de Jesús. El momento crucial o en el que nos queremos centrar está en los versículos 2 y 3” Sucedió que se terminó el vino preparado para la boda, y se quedaron sin vino. Entonces la madre de Jesús le dijo

«No tienen vino.» 

Algunos puntos exegéticos importantes del texto a considerar y algunas aplicaciones personales del mismo:

·         Este es el primero de los 7 milagros o signos que nos presenta el evangelista Juan que, a propósito de esto, le encanta el número 7, que simboliza plenitud, totalidad, perfección.
·         Jesús cambia el agua en vino (los viejos rituales de purificación de antaño, la abundancia de vino (alegría, gozo) les recuerdan a los judíos los días mesiánicos. 

·         Las bodas en el siglo primero duraban 2, 3 o hasta 4 semanas, por lo que había que tener comida y bebida para todos durante esos días. Recuerdo la celebración (fiesta de mi matrimonio que duró entre 4-5 horas), y que algunos meses o años después seguía pagando algunas deudas creadas a propósito de aquella; ¡imagínese 2 semanas… no, ya llovió!

·         Que se acabará la comida o el vino antes de lo pactado era una vergüenza (de hecho, hasta nuestros días lo es) para la pareja que se casaba y para toda la familia. Aplicado a la vida matrimonial o de pareja, y de acuerdo con muchos terapistas de parejas, a TODOS se nos acaba el vino (entiéndase, la alegría, el gozo, la chispa del inicio… el enamoramiento, aquel sentido de plenitud y felicidad que te provoca el pensar que has encontrado a tu media naranja), tarde o temprano; algunos hablan de dos años otros dan hasta cuatro, pero igual termina.

·         El rol de María, la Madre de Jesús y Madre nuestra aparece e intercede por esta pareja y su situación y hace que Jesús (a quién no le había llegado “la hora”) comience por petición de Ella; que siempre está al pendiente. Que privilegio para los matrimonios, católicos y no católicos; saber que no solo tenemos una madre en el cielo, sino que está realmente al pendiente de nuestras necesidades y se las comunica a su hijo, el único que puede dar vino nuevo a nuestra relación. 

En las últimas décadas han pasado un sin número de circunstancias que han hecho que la vida de pareja y de familia se nos complique muchos más. Aquí les presento algunos momentos relevantes de las últimas décadas:

La FAMILIA en los 40’s y 50’s: El padre era el que trabajaba y proveía el sustento; la madre es su mayoría y esto prevaleció por algunas décadas más en nuestros países, era “ama de casa” 100 %. Los roles en la familia estaban muy claros y definidos. A causa de la II Guerra mundial la mujer tiene que trabajar (por que se queda viuda o sola) y avanza en la educación. La TV hace su aparición y aunque no es mala en sí misma, hace sus estragos en el matrimonio y en la dinámica familiar, hasta nuestros días.

La FAMILIA en los 60’s y 70’s Es tiempo de revolución, de rebelión en todos los niveles (tiempo de los hippies, yuppies, duppies y todo lo que termine en “uppies”.) Se comienza a hablar de preferencia sexual, hoy es una locura y el extremo lo de la cuestión de la ideología de género.  En Estados Unidos (y unos años más tarde en nuestros países latinoamericanos) se legisla sobre el divorcio y por esta razón la tasa tiende a subir. Para los 70’s hay entre el 50-60 % de mujeres trabajando. Hace su aparición la guardería (Day Care) que se ha convertido en una empresa millonaria en nuestros días. Y como hay dos sueldos en la familia, se tiende a un cierto materialismo. La tecnología avanza: La TV a color, el VCR, el Atari (los video juegos) y el Micro-ondas cambian la dinámica familiar, su manera de entretenerse y de comer.

La FAMILIA de los 80’s y 90’s. Aparecen los asilos de ancianos o “Nursing Homes.” Puesto que pasamos trabajando ambos, no se puede cuidar a nuestros padres ya ancianitos. Lo peor de la situación es que los estudios revelan que cada vez la edad que los hijos meten a sus padres a un asilo de ancianos ha ido disminuyendo seriamente.  Los Baby Moomers están a la baja y la generación X y Y a todo lo que da. El número de hijos en un matrimonio decrece, de hecho, se habla de no tener hijos del todo por opción. Ansiedad y Depresión a la orden del día, son dos enfermadles súper socorridas (una por tener la vida anclada al pasado por bueno o por malo y otra por vivir preocupado por el mañana.  La taza de divorcios se dispara, entre 40 – 60 % se divorcian en un periodo de 10 años.

La FAMILIA de los 2000’s hasta ahora. Los “Reality SHOWS” abunda (un mundo de opinión), a menudos nos presentan lo peor de nosotros como seres humanos, pero gozan de una popularidad impresionante. Las redes sociales se abren paso y crecen descomunalmente y no nos da tiempo de ajustarnos y saber que hacer al respecto, como esposos y como papás. La accesibilidad de los dispositivos móviles nos hace que el tiempo para compartir como pareja y como familia sea muy complicado. La taza de divorcios después de alcanzar casi un 70 % (En Estados Unidos), comienza a disminuir, pero no cantemos victoria, no es que hay muchos quedándose casados, sino que la tasa de nupcialidad se desploma, los jóvenes ya no quieren casarse y comprometerse.

Y todo esto… ¿a mí y a ti qué? Y sería bueno preguntarnos: 

    1.      ¿Cuándo fue la última vez que salimos juntos (como pareja) a cenar, a bailar, al cine, etc.?
     
2.     
¿Cómo está su relación de pareja y con sus hijos?
     
3.     
¿En qué nivel están nuestro tanquecito de vino o de plano lo tengo vacío?
Compártalo con su esposa(o) para ver ¿dónde estamos y cómo podemos avanzar? Mientras le pedimos a Dios que nos dé un corazón grande que nos lleve a amar a los nuestros, y sabiduría y la serenidad para amarnos entre nosotros (esposos, hijos, familia, etc). Aún en medio de las dificultades y la realidad que muchas veces nos sobre para. Pedimos a nuestra madre del cielo que esté al pendiente y lleve nuestra necesidad y nuestra oración a su hijo Jesús, en su nombre pedimos todo esto a nuestro padre del cielo. Amen.



Por José Juan y Alba Iris Valdez
Correo: valdeus77@gmail.com

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