martes, 13 de diciembre de 2011

La Parábola del Lápiz




Un hacedor de lápices tomo un lápiz justo antes de meterlo en su caja, y le dio unos consejos. -Le dijo:

"Hay 5 cosas que debes saber antes que seas enviado al mundo. Siempre recuérdalas y serás el mejor lápiz del mundo."
...
Las 5 cosas son las siguientes:

1- Siempre harás cosas grandiosas, pero solo si te dejas sostener en la mano de alguien más.

2- Experimentaras el dolor en algunas ocasiones en que te saquen punta, pero será necesario para que seas cada vez un mejor lápiz.

3- Tendrás errores, pero tendrás un borrador para corregirlos todos.

4- La parte más importante de ti es la que llevas dentro, y ......

5- En cualquier superficie que seas usado, tendrás que dejar tu marca. No importan las circunstancias o las condiciones, deberás continuar escribiendo-.

El lápiz entro en su caja prometiendo recordar estas 5 cosas y con un propósito en su corazón de ser útil.

Ahora podríamos ponernos nosotros en el lugar del lápiz y recordar estas 5 cosas para ser, cada día, una mejor persona.

1- Siempre harás cosas grandiosas, pero solo si te dejas sostener en la mano de Dios.

2- Experimentaras el dolor en algunas ocasiones de las luchas y tribulaciones, pero será necesario para que seas más fuerte y valiente cada vez.

3- Tendrás errores, pero tendrás humildad para corregirlos todos y crecer por medio de ellos.

4- La parte más importante de ti es la que llevas dentro del corazón, y ...

5- En cualquier superficie que camines, tendrás que dejar tu marca. No importan las circunstancias o las condiciones, deberás continuar sirviendo a Dios en cada momento.

Servir a Dios es uno de los privilegios más hermoso que tiene el creyente.

Oración Simple

Señor, haz de mi un instrumento de tu paz
Que allá donde hay odio, yo ponga el amor.
Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón.
Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión.

Que allá donde hay error, yo ponga la verdad.
Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe.
Que allá donde desesperación,
yo ponga la esperanza.
Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz.
Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría.

Oh Señor, que yo no busque tanto
ser consolado, cuanto consolar,
ser comprendido, cuanto comprender,
ser amado, cuanto amar.
Porque es dándose como se recibe,
es olvidándose de sí mismo
como uno se encuentra a sí mismo,
es perdonando, como se es perdonado,
es muriendo como se resucita a la vida eterna.