viernes, 22 de julio de 2016

Una familia como Dios manda.


Diez Principios para tener 
“Una familia como Dios manda” 





1. En una familia como Dios manda… la fe es muy importante en la vida de la familia todos los días. Y me hace recordar el texto de Jos. 24, 19-24, que nos narra cuando el pueblo de Dios se ha asentado en la tierra prometida. A igual que su predecesor Moisés, Josué desafía al pueblo, pone delante de este, dos opciones: seguir a los dioses y las costumbres de los habitantes de aquellas tierras, o a Yahveh a lo que Josué declara: “Por mi parte, yo y los de mi casa (mi familia) serviremos a Yahveh”. Por tal, es importante que en la familia se haga oración (al levantarse, al acostarse, en los alimentos, el rezo del santo rosario). Ya lo decía San Juan Pablo II “La familia que ora unida permanece unida” la oración tiene un poder particular que las familias (padres e hijos), empezaran a experimentar cuanto se adentren en esta. Además, es importante en este reglón, la vida sacramental de manera muy concreta: el atender asiduamente al sacramento de la reconciliación y al sacramento de sacramentos, la Eucaristía. Cuando en una familia Dios ocupa el primer lugar, aunque pase por dificultades, por las tormentas de la vida, encontrará descanso y refugio en Dios. 
2. En una familia como Dios manda… la escucha y la comunicación sana son muy importantes en la convivencia diaria. La función más importante en una familia es emocional, relacional... no física. En una familia saludable hay control sobre la TV y no al revés. Además se evitan las palabras cortantes o frases peyorativas. En su lugar se dan frases de aliento y de afirmación unos con otros. La comunicación es clave... por tal, no se permiten secretos que generan alianzas o lealtades enfermizas y destructivas. Las líneas de comunicación se mantienen siempre abiertas! 
3. En una familia como Dios manda… Se enseña el respeto a los demás, dentro y fuera de esta. Porque el respeto, o se aprende en casa… o no se aprende del todo.  Y este, comienza reconociendo las diferencias individuales de cada uno de sus. El primer paso es promover respeto así mismo, luego a los demás integrantes de la familia y finalmente, más allá de esta. En cuanto a la propiedad se refiere es importante enseñar el respeto lo que no nos pertenece y aquí se enlaza con el valor de la honestidad. 

4.      En una familia como Dios manda… Se fomenta un buen sentido del humor y una actitud positiva hacia el juego como recreación sana. Por tal, se rechaza eso de: SIEMPRE  ESTOY OCUPADO(A). Se busca y promueve intencionalmente de forma bien planeada, momentos de juego y recreación. Es importante que la familia reconozca sus niveles de stress para poder hacer algo al respecto. Recreación no siempre tiene que implicar un gasto económico impresionante en nuestra familia, algunos de los momentos que más atesoran nuestros hijos son algunos en los que no gastamos mucho o nada; momentos en el parque de la esquina, cuando jugamos en el jardín-patio de la casa juntos. Finalmente el tener un buen sentido del humor es signo de buena auto-estima por tal debemos promoverlo. 
5.      En una familia como Dios manda… Se desarrolla un sentido profundo de responsabilidad compartida; este, es un valor que va más allá de las actividades o tareas ordinarias. No significa orden total y perfección. Las responsabilidades deben asignarse de acuerdo a las capacidades, la edad y la realidad de cada uno en la familia. Responsabilidad y reconocimiento van de la mano… (puede ser unas palabras, una palmadita, un detalle pequeñito, etc.) Finalmente, también es importante dejar que sus cada quien viva de alguna manera las consecuencias de sus irresponsabilidades para que sirva de aprendizaje. 
6.      En una familia como Dios manda… Las muestras explícitas de amor y la práctica del perdón son cosas de todos los días. A la par de la responsabilidad y para que haya un balance, es importante manifestar de diferentes maneras el amor unos con otros. Como extensión de este amor se irá cultivando la buena costumbre de pedir perdón y perdonar, que eso hará la vida y la convivencia de familia más feliz y llevadera. 
7.      En una familia como Dios manda… Se cuidan y promueven los rituales, las tradiciones familiares y culturales como un valor importante. Se atesoran leyendas y personajes de la familia como “del abuelo... el tío... etc.” Es importante tener un lugar designado... como espacio para la oración, puede ser como hacían nuestros padres y abuelos; arreglando un “altarcito” en un lugar especial de la casa. Además, las celebraciones familiares se deben continuar y promover (los cumpleaños, los días festivos y especiales), estas nos sirven de puente entre el pasado y el presente. Finalmente y nos lo ha recordado el Papa Francisco en una familia cristiana se honra y reconoce la sabiduría de los ancianos. 
8.      En una familia como Dios manda… Se afirman y apoyan mutuamente. Es importante plantearnos la pregunta ¿Para qué somos una familia? Y en cualquiera de los casos nos daremos cuenta, que estamos para apoyar e impulsar, sin presionar, a que cómo dice Matthew Kelly todos alcancen la mejor versión de sí mismos. Por tal, en la familia se proponen metas alcanzables y de acuerdo a las capacidades personales y se apoya durante el proceso para lograrlas. 
9.      En una familia como Dios mandaSe valora y se promueve el servicio a los demás. Este es un principio o un valor cristiano muy importante. Jesús mismo declaro que “el no vino a ser servido, sino a servir” y que “aquel que quiera ser el primero que sea el último y servidor de los demás.” La beata madre Teresa de Calcuta afirmó que “el que no vive para servir, no sirve para vivir.” El ejemplo de los padres de familia es crucial en este renglón. Debemos ofrecer y/o buscar oportunidades para servir ya sea de manera individual o como familia. 
10.  Finalmente… En una familia como Dios manda… Se admite cuando hay problemas y busca la ayuda adecuada. Hay ocasiones que por diferentes circunstancias, nos hemos convertido ya en parte del problema y este se nos ha ido de las manos. Que debemos con toda humildad y honestidad buscar ayuda profesional o al menos fuera del sistema familiar con alguien que sea imparcial, insisto… de preferencia que tenga algún tipo de entrenamiento en el área (terapia, consejería, etc.). En nuestra cultura (medio machista) a menudo no le hemos dado el valor correspondiente a esto y nos ahogamos en nuestros problemas o situaciones antes de buscar ayuda, es preciso comenzar a buscar un cambio respecto a esto. Siempre será más fácil ver como no se nos hunda el barco a buscar maneras de cómo sacarlo ya del fondo del mar.


Esperamos que estos principios les ayuden a emprender el camino hacia… UNA FAMILIA SALUDABLE… “COMO DIOS MANDA”


Por José Juan y Alba Iris Valdez
Correo: valdeus77@gmail.com