martes, 18 de octubre de 2016

Encontrando los Llamados de Nuestra Vida


Encontrando los Llamados de Nuestra Vida.





Una vez escuchaba una reflexión que con cada niño que venía al mundo había una gran bendición, porque en su vida traía un tesoro para compartir, que cada vida humana estaba en la tierra con un propósito y una gran oportunidad para realizar algo significativo. 


Leyendo las reflexiones de una clase de nivel preparatoria me llamo la atención una pequeña frase que escribió alguno de los muchachos en una tarea donde le pidieron escribir su autobiografía en donde decía: “no he hecho nada importante”, y a veces puede suceder que así veamos nuestra vida, ante las grandes historias que son contadas en los medios de comunicación y el Internet puede parecer que nuestra historia es un poco aburrida, que no hemos realizado cosas valiosas o heroicas, o que valgan la pena ser contadas.


Pero el gran reto de cada ser humano es ir más allá, como aquella historia bíblica de Moisés que fue más allá del desierto aquel por donde todos los días caminaba con su rebaño, al ir más allá logró encontrar a Dios en aquella zarza ardiente. Adentro de nosotros hay una pequeña llama que espera empezar a arder cuando descubrimos los llamados para nuestra vida.


Una persona cercana paso un largo tiempo quejándose de su vida sin encontrarle sentido, podríamos decir que paso más de media vida sobreviviendo, hasta que un día descubrió un camino que la llevo primero a descubrir a Dios, después a empezar un proceso de cambio en su vida, a descubrir en ella el talento del canto.  Su voz era muy rara, grave pero poderosa, una joya que empezó a trabajar.


A los ojos de muchas personas esta persona tardo demasiado para lograr algo en su vida, pero quizá con una visión panorámica de la vida, este tiempo fue el necesario en su proceso personal para ir descubriendo los llamados de su vida.


Dentro de nuestra realidad personal, dentro de una familia, de una comunidad, de un equipo de trabajo, todos tenemos llamados trascendentes que a veces están encriptados en lo profundo de nuestro ser esperando ser descubiertos, hacernos conscientes, aprendiendo a ver con unos nuevos ojos los anhelos más profundos de nuestro corazón.


En nuestro espíritu humano surgen las voces que Dios nos ha puesto llamándonos a Crecer como Personas, llamándonos a Servir, llamándonos a dejar huella en este mundo. Y no es necesario salir de entorno en el que vives, en el ejemplo de Moisés, él seguía en el mismo desierto, solo fue por nuevos caminos que no conocía, así cada persona puede aprender a preguntarse para descubrir: ¿para qué estoy viviendo esto? ¿cuál es el sentido positivo que tiene este momento de mi vida? ¿en dónde puedo descubrir conmigo la presencia de Dios? ¿qué enseñanza viene con esta experiencia aunque sea dolorosa?


La vida tiene un gran reto para ti, para mi, para todos, estamos ante la aventura más increíble, la aventura de vivir esos llamados que necesitamos aprender a escuchar, llevando adelante la misión, desarrollando los talentos, trabajando con disciplina y empeño para llegar a las metas que se nos vamos planteando al escuchar la voz de Dios, pero al mismo tiempo disfrutando el proceso de aprender a ser felices, de ir alcanzando la mejor versión de nosotros mismos y ayudando a los otros a aprender a ser felices para alcanzar su mejor versión.
¡Tú puedes lograrlo!.


Por Carlos Canseco
Correo: alianzadevidamx@gmail.com
  

viernes, 14 de octubre de 2016

No tienen vino


No tienen vino 
La realidad de la familia y el matrimonio de hoy

Casi estoy seguro, que la mayoría ha escuchado lo que nos narra el evangelio de San Juan. 2, 1-10. Es un texto clásico, no solo de este evangelio, sino de la Biblia; se trata del primer “milagro” (signo o señal en el lenguaje de Juan), de Jesús. El momento crucial o en el que nos queremos centrar está en los versículos 2 y 3” Sucedió que se terminó el vino preparado para la boda, y se quedaron sin vino. Entonces la madre de Jesús le dijo

«No tienen vino.» 

Algunos puntos exegéticos importantes del texto a considerar y algunas aplicaciones personales del mismo:

·         Este es el primero de los 7 milagros o signos que nos presenta el evangelista Juan que, a propósito de esto, le encanta el número 7, que simboliza plenitud, totalidad, perfección.
·         Jesús cambia el agua en vino (los viejos rituales de purificación de antaño, la abundancia de vino (alegría, gozo) les recuerdan a los judíos los días mesiánicos. 

·         Las bodas en el siglo primero duraban 2, 3 o hasta 4 semanas, por lo que había que tener comida y bebida para todos durante esos días. Recuerdo la celebración (fiesta de mi matrimonio que duró entre 4-5 horas), y que algunos meses o años después seguía pagando algunas deudas creadas a propósito de aquella; ¡imagínese 2 semanas… no, ya llovió!

·         Que se acabará la comida o el vino antes de lo pactado era una vergüenza (de hecho, hasta nuestros días lo es) para la pareja que se casaba y para toda la familia. Aplicado a la vida matrimonial o de pareja, y de acuerdo con muchos terapistas de parejas, a TODOS se nos acaba el vino (entiéndase, la alegría, el gozo, la chispa del inicio… el enamoramiento, aquel sentido de plenitud y felicidad que te provoca el pensar que has encontrado a tu media naranja), tarde o temprano; algunos hablan de dos años otros dan hasta cuatro, pero igual termina.

·         El rol de María, la Madre de Jesús y Madre nuestra aparece e intercede por esta pareja y su situación y hace que Jesús (a quién no le había llegado “la hora”) comience por petición de Ella; que siempre está al pendiente. Que privilegio para los matrimonios, católicos y no católicos; saber que no solo tenemos una madre en el cielo, sino que está realmente al pendiente de nuestras necesidades y se las comunica a su hijo, el único que puede dar vino nuevo a nuestra relación. 

En las últimas décadas han pasado un sin número de circunstancias que han hecho que la vida de pareja y de familia se nos complique muchos más. Aquí les presento algunos momentos relevantes de las últimas décadas:

La FAMILIA en los 40’s y 50’s: El padre era el que trabajaba y proveía el sustento; la madre es su mayoría y esto prevaleció por algunas décadas más en nuestros países, era “ama de casa” 100 %. Los roles en la familia estaban muy claros y definidos. A causa de la II Guerra mundial la mujer tiene que trabajar (por que se queda viuda o sola) y avanza en la educación. La TV hace su aparición y aunque no es mala en sí misma, hace sus estragos en el matrimonio y en la dinámica familiar, hasta nuestros días.

La FAMILIA en los 60’s y 70’s Es tiempo de revolución, de rebelión en todos los niveles (tiempo de los hippies, yuppies, duppies y todo lo que termine en “uppies”.) Se comienza a hablar de preferencia sexual, hoy es una locura y el extremo lo de la cuestión de la ideología de género.  En Estados Unidos (y unos años más tarde en nuestros países latinoamericanos) se legisla sobre el divorcio y por esta razón la tasa tiende a subir. Para los 70’s hay entre el 50-60 % de mujeres trabajando. Hace su aparición la guardería (Day Care) que se ha convertido en una empresa millonaria en nuestros días. Y como hay dos sueldos en la familia, se tiende a un cierto materialismo. La tecnología avanza: La TV a color, el VCR, el Atari (los video juegos) y el Micro-ondas cambian la dinámica familiar, su manera de entretenerse y de comer.

La FAMILIA de los 80’s y 90’s. Aparecen los asilos de ancianos o “Nursing Homes.” Puesto que pasamos trabajando ambos, no se puede cuidar a nuestros padres ya ancianitos. Lo peor de la situación es que los estudios revelan que cada vez la edad que los hijos meten a sus padres a un asilo de ancianos ha ido disminuyendo seriamente.  Los Baby Moomers están a la baja y la generación X y Y a todo lo que da. El número de hijos en un matrimonio decrece, de hecho, se habla de no tener hijos del todo por opción. Ansiedad y Depresión a la orden del día, son dos enfermadles súper socorridas (una por tener la vida anclada al pasado por bueno o por malo y otra por vivir preocupado por el mañana.  La taza de divorcios se dispara, entre 40 – 60 % se divorcian en un periodo de 10 años.

La FAMILIA de los 2000’s hasta ahora. Los “Reality SHOWS” abunda (un mundo de opinión), a menudos nos presentan lo peor de nosotros como seres humanos, pero gozan de una popularidad impresionante. Las redes sociales se abren paso y crecen descomunalmente y no nos da tiempo de ajustarnos y saber que hacer al respecto, como esposos y como papás. La accesibilidad de los dispositivos móviles nos hace que el tiempo para compartir como pareja y como familia sea muy complicado. La taza de divorcios después de alcanzar casi un 70 % (En Estados Unidos), comienza a disminuir, pero no cantemos victoria, no es que hay muchos quedándose casados, sino que la tasa de nupcialidad se desploma, los jóvenes ya no quieren casarse y comprometerse.

Y todo esto… ¿a mí y a ti qué? Y sería bueno preguntarnos: 

    1.      ¿Cuándo fue la última vez que salimos juntos (como pareja) a cenar, a bailar, al cine, etc.?
     
2.     
¿Cómo está su relación de pareja y con sus hijos?
     
3.     
¿En qué nivel están nuestro tanquecito de vino o de plano lo tengo vacío?
Compártalo con su esposa(o) para ver ¿dónde estamos y cómo podemos avanzar? Mientras le pedimos a Dios que nos dé un corazón grande que nos lleve a amar a los nuestros, y sabiduría y la serenidad para amarnos entre nosotros (esposos, hijos, familia, etc). Aún en medio de las dificultades y la realidad que muchas veces nos sobre para. Pedimos a nuestra madre del cielo que esté al pendiente y lleve nuestra necesidad y nuestra oración a su hijo Jesús, en su nombre pedimos todo esto a nuestro padre del cielo. Amen.



Por José Juan y Alba Iris Valdez
Correo: valdeus77@gmail.com

El Sentido del Dolor en la Familia


El Sentido del Dolor en la Familia




DEFINICIÓN DE PÉRDIDAS Y PROCESO DE DUELO. 
                                   
Dolor es la reacción natural ante las pérdidas, éste puede ser físico, emocional.
Como dice Nancy O`Connor en su libro “Déjalos ir con amor”, en el transcurso de la existencia, muchos de los sucesos que crean significativos problemas emocionales son transiciones normales de un periodo a otro, pero nos afectan profundamente debido a los cambios que producen. Los llamamos crisis porque requieren de un período de introspección y revaloración de la propia identidad, valores y convicciones. La adolescencia, el matrimonio, el inicio de un nuevo empleo, un cambio de carrera, las alteraciones propias de la mitad de la vida incluyendo la menopausia y el climaterio (hombres) y la jubilación. Las crisis suelen ser un punto decisivo en la vida cuando formulamos nuevas respuestas y prioridades. Asimismo, la vida presenta otras crisis en la forma de muerte y divorcio, secuestro, violación, etc
.
Cuando en la vida de una persona ocurre un acontecimiento crítico, implica una serie de pérdidas que tendemos a negar y nos resistimos a aceptar. La incertidumbre de la vida después del cambio, con frecuencia provoca la resistencia y la ansiedad.


Podemos experimentar diferentes tipos de pérdidas:
  • La pérdida más absoluta y contundente es la muerte de uno mismo, o un cambio radical en el cuerpo, por enfermedad o mutilación.
  • El segundo tipo de pérdida más seria es la separación de personas significativas en nuestra vida por muerte, divorcio o abandono.
  • El tercer nivel de pérdidas que requiere ajuste a nuevas normas, incluye cambios normales de desarrollo en la vida, como podrían ser cambios de casa, trabajo etc.
  • La cuarta área es la pérdida de objetos importantes, dinero, esperanzas, aspiraciones o expectativas, así como cambios en el medio social. Nuestras reacciones son distintas en cada caso.
Nuestra reacción ante estas pérdidas está influida por nuestro carácter, factores hereditarios y lo aprendido en las diferentes experiencias de nuestra vida. Más sin embargo todos vivimos un proceso de duelo compuesto por diferentes etapas por las que pasamos antes de sanar la herida que deja una pérdida.


ETAPAS DEL DUELO según Elizabeth Kubler Ross:
  1.  Negación y confusión.
  2.  Enojo.
  3. Tristeza y depresión.
  4. Culpa.
  5. Miedo.
  6. Negociación.
  7. Aceptación de la pérdida. soledad.
  8. Alivio. sentirse bien.
  9. Restablecimiento de mi mismo. reconstrucción.

1.- NEGACIÓN:
  • Primer contacto con la noticia de la pérdida.
  • Shock emocional. reacción ante la noticia.
  • Descontrol emocional o sentirse “congelado”.
  • Falta de aceptación.
  • Sensación de que es un sueño o que eso no puede estar pasando.
  • Mecanismo de defensa del sistema emocional.

2.- DESORGANIZACIÓN Y CONFUSIÓN
  • Falta de contacto con sentimientos.
  • Dificultad para tomar decisiones.
  • Exceso de hablar y/o mudez.
  • Llanto repentino.
 
3.- ENOJO
  • Se rebela contra todo. contra sí mismo.
  • Odio: los doctores, policías, amante, vida, enfermo….
  • Odio = amor herido
  • La sociedad reprime sentimientos de odio= mala educación.
  • Tarea: aceptar y sanar heridas
  • Si no se expresa:
                       1)    Descuido en el arreglo personal.
                       2)    Pérdida de memoria.
                       3)    Falta de iniciativa.
                       4)    Indiferencia.
                       5)    Ansiedad.
                       6)    Hostilidad subterránea.
                       7)    Síntomas físicos: palpitaciones, mareos, nerviosismo, vómitos, úlceras.

4.- CULPA:
  • ¿Qué hice yo para que esto me sucediera?
  •  Idealiza el pasado.
  • Pude haberlo prevenido.
  • Necesita una razón para perdonarse.
  • Aceptar imperfección.
  • Proceso lento de perdón y aceptación.
  • Necesita sentirse escuchado. 
  • ME RESPONSABILIZO. NO PROYECTO.

5.- ACEPTACIÓN DE LA PÉRDIDA/SOLEDAD
  • Dolor sufrido el más profundo.
  • La pérdida se torna en abrumante realidad constante.
  • Sentimiento de vacío.
  • Se requiere fuerza del espíritu para dejarlo ir. (hace tiempo que se fue, yo no lo he dejado ir).
  • Cuando no aparece valentía se regresa a etapas de culpa-enojo para empantanarse o entretenerse allí, a veces por años.
  • En ocasiones se intenta reemplazar o sustituir la pérdida con otro objeto.
 
6.- ACEPTACIÓN DE LA PÉRDIDA.
  • Valorar las ganancias ante las pérdidas.
  • Valorarme a mí mismo.
  • Que todo fluue y yo permanezco experimentando el fluir.
  • Que todo pasa y yo permanezco viendo como pasa.

7.- RESTABLECIMIENTO DE MÍ MISMO.
  • Toco mis nuevos sentimientos.
  • Negación, culpa, enojo, se van.
  • Vuelvo a vivir.
  • Gozo del presente.
  • Espero con confianza el futuro.
  • Siento que volví a nacer.
  • Me siento lleno de esperanzas.

RESOLUCIÓN DEL DUELO: 


SOY YO MISMO, TRANSFORMADO EN OTRO,

SIN DEJAR DE SER YO MISMO   =  V I V I R

EL SENTIDO DEL DOLOR:
  • Dirección del estado actual al estado deseado.
  • A través del “proyecto de vida”
  • ¿Cómo puedo cambiar de un estado al otro?
  • Acciones dirigidas hacia:
1.    La salud física: ejercicio, nutrición,
2.    La salud emocional: terapia, mejorar relaciones, etc.
3.    Mental: analizar pensamientos irracionales que me detienen.
4.    Espiritual: sentido de vida, mi relación con un ser superior.

        ”YO MEREZCO VIVIR MI VIDA  Y NO DEPENDER DE LO QUE YA NO ES.”

SENTIDOS QUE SE PUEDEN DAR AL DOLOR:
-          Sentido sordo y de decadencia.  Falta de aceptación.
-          Aceptación de los ciclos naturales de vida.
-          Aceptación como seres humanos imperfectos.
-          Aceptación de sentimientos dolorosos, desagradables.
-          Buscar un sentido de desarrollo y crecimiento.
-         Respuesta desde la logoterapia.  No somos nosotros preguntando a la vida, sino la vida cuestionándonos sobre el sentido.
-          Sentido sobrenatural.  Camino de santificación

Por Ma. Egenia Lage Corona
Cel: 04555 25110436
Correo:marulage@hotmail.com
Visita: www.marulage.com