martes, 29 de agosto de 2017

Compromiso a mi Padre



Compromiso a mi Padre



“El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él”.

Juan 14:21

El compromiso con Dios nos da fuerzas para continuar a esforzarnos para seguir avanzando, recargarnos en su Palabra y nuestro compromiso tome un carácter serio y con trascendencia.

El compromiso con Dios nos hace rechazar todo lo que no es agradable a sus ojos. Y nos da la seguridad de su Presencia permanente en cada paso que demos.

“He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho”. 
GÉNESIS.28:12-15

El compromiso que tú hagas con nuestro Padre, será un paso verdaderamente de cambio que te hará volver a Dios y te afirmara más en la confianza a Él. Dale lugar al Padre en tu corazón, veras que cuando cumplas con este compromiso, te darás cuenta de que nunca caminaste sólo.  Recuerda que la presencia del Padre te dará la fortaleza necesaria para cumplir con tus metas. No decaigas, ni te rindas, recuerda que aun a pesar de volver a caer, tu Padre Amoroso te espera con los brazos abiertos para darte el anillo, alegrándose de verte nuevamente de regreso a casa y ansioso de  reconocerte como hijo suyo .

“Todavía estaba lejos cuando su padre lo vio y se compadeció de él; salió corriendo a su encuentro, lo abrazó y lo besó” 
(Lc 15, 20). 
El comprometerte con el Padre es sellar ese compromiso a trabajar en ti, darte ese tiempo y espacio de reflexion y cambio, es  cumplir con su Palabra en ti, a través de tus acciones, es perseverar, es participar en tu propio beneficio y el de tu familia.  Es en realidad accionar en tu compromiso de seguir las enseñanzas de nuestro padre en tu vida diaria.

¿estas listo para ser feliz?.. ¿en realidad quieres comprometerte al cambio?

Si nuestro Padre te trajo en este espacio es para que sanes lo que ocupas sanar, pues Él te necesita. Nadie te obligara a cumplir y a terminar tus metas. ¡Solo tu por amor a Dios, a tu familia y a ti mismo demostrarás esta vez que estás listo para hacer un cambio emocional y espiritual en tu vida!

Date un espacio a solas, sin ruido, sin televisión e incluso sin celular a la mano, quizá sólo podrías poner música suave a tus oídos, cierra tus ojos, piensa en la presencia de Jesús, en su dulce mirada, siéntelo unos momentos frente a ti. Sonriendo comprensivo y esperando escribas algo que nazca de tu corazón.  Y ahora profundiza unos instantes en lo que estás dispuesto a comprometerte con el Padre. Toma papel y lápiz e inicia tu escritura. Deja fluir libremente ese lápiz, no lo apresures,  sólo escribe que hay en tu corazón y aclara en  tus pensamientos.  ¿Qué es lo que realmente  quieres trabajar (o cambiar)  en ti?, nadie más lo sabe que tu Padre y tú. Si no tienes idea de cómo hacerlo, puedes iniciar escribiendo el siguiente ejemplo:

"Padre Amado, hasta este momento  he sido  una persona que no quise comprometerme contigo por el temor a no cumplirte. Pero reconozco que Tú  me diste espíritu de temor y hoy deseo hacer una diferencia en mi vida.  Hoy me comprometo a poner de mi parte para continuar mi crecimiento emocional y espiritual".


Por Psic. Laura Aguilar
psicolauraaguilar@outlook.com
  

¿A dónde nos conducirá dejar que Dios nos conduzca?



¿A dónde nos conducirá dejar que Dios nos conduzca?.





“Contrariamente al animal, el hombre carece de instintos que le digan lo que tiene
hacer y a diferencia de los hombres del pasado, el hombre actual ya no tiene
tradiciones que le digan lo que debe ser. Entonces ignorando lo que tiene que hacer
y ser, parece que ya no sabe que quiere en el fondo…entonces quiere lo que los
demás hacen, o bien, solo hace lo que los demás quieren de él” 
(V.Frankl.2014)

Los seres humanos somos más de lo que parecemos. Pero estamos distraídos por la tecnología, queremos todo rápido, buscamos bienestar, poder, reconocimiento; educamos con normas más rígidas que humanas; nos hemos creído que la ciencia puede ocupar el lugar de la religión: el aborto, la eutanasia, etc., y nos movemos en el mundo como si éste hubiera sido inventado y creado por nosotros, sin embargo, muchas veces no sabemos lo que queremos ni lo que sentimos. ¿Qué necesito?

Estamos educados y llenos de información permanente de lo que se debe hacer y de cómo debemos ser. Dejamos que algunos medios de difusión, la cultura, el ambiente, la moda, entre otros, nos influyan cotidianamente y es fácil creer todo lo que nos dan como papilla fácil de digerir para ser y vivir.

Cuando me pierdo a mí mismo, cuando saco a Dios de mi vida creyéndome todopoderoso, cuando pierdo el equilibrio entre lo que quiero y debo se cae en el vacío, en el sin sentido, en la desesperanza.

Se nos olvida que no solo somos algo, sino alguien, que somos la única creatura de la tierra que ha sido amada desde antes de nacer, por si misma. Que somos libres, que hemos sido llamados a participar de la vida de Dios: al amor y a la creación de vida.

Mi invitación es a atreverse a despertar al mundo, siendo solidarios, protegiendo y cuidando nuestra casa que es la tierra, despertar al otro, viviendo con respeto, comprensión, compasión; despertar a nosotros mismos, creyendo en mis potencialidades, perdonándome mis errores, aprendiendo de los fracasos, agradeciendo los dones que Dios me regaló; y por último, despertar a la Trascendencia: a DIOS, confiar en Él, Amar el misterio de la vida, enfrentar el sufrimiento.

¿A dónde nos conducirá dejar que Dios nos conduzca?


Por Miriam Herrera V.
Diplomada en Teología, del CETAY
Especialista en Filosofía Antropológica, del CETAY
Especialista en Logoterapia.