miércoles, 4 de diciembre de 2013

"Preparar mi corazón para el Adviento"


 "ANTE TODO VIGILA TU CORAZÓN, 
PORQUE EN ÉL ESTÁ LA FUENTE DE LA VIDA"Prov.4,23.

¡Llega la navidad! ¿Estás listo para recibirla?Ya se comienza a sentir el ambiente en las calles, en el clima que cambia a la estación de invierno, y muchos de nosotros pensamos en como prepararnos. Si acostumbramos reunirnos en familia, pensamos en la cena, en los adornos de la casa. Si podemos, pintamos la fachada, ponemos foquitos, el nacimiento y el arbolito navideño... En fin! Este espíritu navideño nos acompaña cada fin de año y en nuestro corazón se mueve, muchas veces se mueve por la nostalgia, la esperanza y la alegría de poder reunirnos y compartir juntos.

Pero lo más importante, es preparar nuestro corazón para que pueda nacer Jesús en nuestro corazón.  Cuidemos nuestro corazón del resentimiento, de los viejos rencores, del mal humor, desechemos toda oportunidad de maldecir y quejarnos. Es tiempo de reflexionar y mirar la humildad del niño Jesús que siendo rey nació en un pesebre. Como a ejemplo de José, el padre adoptivo de Jesús, comprendemos como con sencillez podemos proveer a nuestra familia, como a partir del Sí de la Virgen María, nuestro Salvador cumplió su misión para mostrarnos el camino, la verdad y la vida.

Pensemos y dispongamos nuestro corazón para recibir el amor de Jesús. Cuando va a nacer un bebé, preparamos su cuna, los pañales y nos llenamos de ternura y delicadeza para abrazarlo,mimarlo y darle todo nuestro amor. 

Hoy quiere nacer Jesús en tí y en mí. Hoy su rostro se transforma en el rostro de cada ser humano, recordándonos que el está vivo en nuestro interior.  Déjemos asombrar, maravillar por todo lo que Dios tiene preparado para nuestra vida. Démosle oportunidad de actuar en nuestros hogares, en nuestros lugares de trabajo y en todo lugar donde caminemos. Busquemos a Jesús, hablemos  con Él y hagamos de el nuestro confidente, puede ser ese amigo que necesitamos que nos acompañe todo el tiempo y así nos daremos cuenta que nunca estamos solos. ¡Que brille la esperanza en cada corazón de que todo puede cambiar y puede ser diferente esta Navidad!